miércoles, 4 de enero de 2012

¡Esto es pa' ti, acomplejao!

En el planeta Tierra habitamos más de 6,000 millones de seres humanos, todos únicos e irrepetibles. Cada uno posee información genética que hace distinta la apariencia física entre unos y otros. También, cada ser humano tiene una educación y experiencias diferentes que moldean su personalidad, sus ideas y creencias. Por otro lado, cada persona posee diferentes talentos y habilidades que les permiten progresar y lograr sus metas. Todos tenemos talentos, ¡TODOS!

Pero en contadas ocasiones, ciertas personas desarrollan su talento a un nivel muy por encima de la persona común. Una combinación de talento natural, esfuerzo, práctica y experiencia eleva a estas personas al estatus de élite. Lo vemos en todas las disciplinas, incluyendo el deporte. Se convierten en el estándar con el que se miden los demás a la hora de declarar quién es el "mejor". En Puerto Rico contamos con esta clase de atleta élite, y tomaré como ejemplo al vallista doble ganador de medalla de plata mundialista, el ponceño Javier Culson.

A este joven lo hemos visto crecer deportivamente por años. Representando a su alma máter o a Puerto Rico, Culson sacó la casta y mantuvo a raya toda posible competencia y se convirtió en nuestro referente en el atletismo. Como profesional, bajo el ala del medallista olímpico estadounidense en 100 y 200 m Michael Johnson, ha logrado 2 medallas de plata en eventos de la llamada "Liga Diamante". No creo que tenga que explicar el por qué del nombre.

En quizás uno de los eventos más difíciles del atletismo, Culson está entre los mejores 3 del mundo... El mundo. Es un futuro medallista olímpico: es sólo cuestión de tiempo. Y lo hará representando a Puerto Rico. Hasta ahí todo bien. Entonces empieza la letanía... Que si siempre nos quedamos cortos, que competimos como nunca y perdemos como siempre, que nunca ganamos, que Culson no sirve, que no somos realistas... Bla, bla, bla...

Pongamos las cosas en perspectiva: en un país en el cual se han puesto nuestros más valiosos recursos en manos de unos pelafustanes con ínfulas de administradores, que varios puertorriqueños se destaquen al más alto nivel en sus campos es digno de admirar y resaltar. Pero... como siempre, una minoría de acomplejados de este país quieren quitarle valor a esas gestas que, al parecer, lo único que hacen es recordarle su constante mediocridad. Se pasan fustigando a nuestras figuras y a las personas que nos sentimos genuinamente orgullosos de ellos. Esos son los mismos becerros que van con la mente de mime a las elecciones a dar voto íntegro para joder íntegramente a este país. Son los que por fuera son los más jodedores y bravos que hacen o dicen cualquier payasada para llamar la atención lejos de su patética vida de cero logros. Usted puede tener su opinión y defiendo su derecho de decirla. Pero si se convierte en ataques malintencionados que no aportan nada y están faltos de todo respeto, hágase y háganos un favor: escriba su opinión en un papelito, haga un rollito y... bueno, métasela al cuerpo.

Por este medio expreso mi orgullo y apoyo, no sólo a Culson, sino a todos y todas las personas que luchan y se superan para ser los mejores en lo que hacen. Que jamás llegue el día en que nos preguntemos: ¿Qué hubiese pasado si...? ¡No te rindas! ¡Que nada ni nadie mate tus sueños!