Imaginemos la ENORME responsabilidad que lleva este hombre sobre sus hombros de representar él solo a su tierra. Pero el solo ver la sonrisa en su rostro y el orgullo con lo que cargaba su bandera, me hace pensar que se sentía con su país entero desfilando con él.
Esperaba a la delegación de Puerto Rico, con ese orgullo de quien ve a ese buen amigo cuando le salen las cosas bien. Y llegaron. ¡Que muchos eran! ¡Y que vacilón montaron en esa pista! Todos sonrientes, con sus celulares grabando el momento que quedaría mejor grabado en su memoria. Buscando las cámaras de televisión para enviar sus saludos a sus familias y amigos. Bailando y saltando, llenos de alegría con la oportunidad y el PRIVILEGIO de llevar los colores patrios.
Aquí no voy a entrar en análisis ni predicciones sobre la actuación de los boricuas en estos juegos, porque no soy un experto. Si, habrán sus medallas, sus sorpresas y sus derrotas. Estas palabras, más bien, son para recordarnos a todos la importancia social de este tipo de competencia. A mí, sinceramente, no me importa el gasto incurrido en llevar una delegación a estos juegos. En este país se gasta dinero en cosas que realmente no aportan nada a nuestra sociedad (véase Donahue, Lisa). En estos "analistas políticos" que critican la participación en estas competencias pero si les gusta recibir dinerito de los partidos políticos para hacernos engullir la demagogia tribalista (véase Dávila Colón, Luis; Pabón Rosa, Luis et al.) ¿Ahora no hay dinero para hacer funcionar el gobierno? Pues, ¿qué culpa tiene el deporte de eso? Díganme solo una buena razón para querer quitarle a nuestros niños, niñas y jóvenes la oportunidad de ir a otros países a representarnos. A esos niños, niñas y jóvenes que todos los días hacen deporte y no le dan oportunidad a los vicios de nuestra sociedad a que los descarrilen del buen camino. Quienes tienen infinidad de talentos y los quieren compartir con el mundo. Vamos a darle el escenario para que lo hagan. Para que el mundo sepa que aquí también se juega y se juega bien...
Estas fotos las tomé de la transmisión de TV de la apertura de los Juegos Centroamericanos y del Caribe en Veracruz. Me perdonan los fanáticos de Ricky Martin, pero esta gente es la que de verdad me llenó de orgullo. ¡Puerto Rico! ¡Puerto Rico! ¡Puerto Rico!
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