"La inconsistencia es lo único en que los hombres son consistentes." Horace Smith
En mis eternos viajes mentales, me preguntaba de qué rayos iba a escribir en el dichoso blog para que la gente no se aburra (como si yo fuera el payaso del circo, que estoy para entretenerlos a ustedes, chorro de joyas). Bueno, en una de esas, me saltó a la mente una palabra que le han dado duro últimamente: consistencia.
Que si al Equipo Nacional le falta consistencia (claro, muy fácil practicando 2 semanas con la mitad del equipo), que si los políticos CONSISTENTEMENTE nos tratan de ver la cara de... oveja a nosotros (lo cual nos merecemos por votar estúpidamente), que si CONSISTENTEMENTE matan a dos o tres a tiros en las carreteras de Puerto Rico (ya ni siquiera es atropellado o accidentado), que si CONSISTENTEMENTE Maripily es la primera plana de los periódicos del país (lo cual CONSISTENTEMENTE me la pela de raíz)... Y yo me pregunto: ¿sabremos en esta isla qué significa la consistencia, ser consistente?
Ya saben el drill: voy a poner la definición del diccionario (como para que parezca que hice tremendo research)... CONSISTENCIA: f. 1. Propiedad de lo que es duradero, estable o sólido:
"la consistencia de sus argumentos no daba lugar a la réplica."
2. Cohesión entre las partículas de una masa:
"tienes que conseguir que la pasta tenga más consistencia." (referencia: www.wordreference.com)
Comencemos con la primera definición. Algo con consistencia es duradero, estable, sólido. Uno querría pensar que, por ejemplo, los valores de nuestra sociedad son consistentes. El problema es que si nosotros, los adultos, no damos el ejemplo a los más jóvenes, ¿cómo esos valores que decimos tanto atesorar van a pasar a las próximas generaciones? Valores como el amor, el respeto, la empatía, la honradez, la disciplina, la responsabilidad, entre otros, están condenados a morir de no ser transmitidos de forma consistente. Creceremos sin valores y sujetos a lo que vivimos ahora: una guerra civil.
¿Y qué de la segunda definición? Tiene mucho que ver. Si nuestra sociedad, que es tan diversa si analizamos persona a persona, no tiene ningún tipo de cohesión entre sus miembros, deja de ser sociedad. Es que ni siquiera en una misma familia escapamos de la diversidad. Entonces, ¿qué cohesión podemos lograr entre tanta gente? Yo no hablo de vínculos cercanos, porque es imposible yo conocer personalmente a 3 millones de personas. Mucho menos tener una relación con ellas. Pero si puedo tomar conciencia de los efectos de mis palabras y acciones en las demás personas. Debo aprender que ese contacto con mi prójimo transmite la esencia de quién yo soy y lo que creo al otro y lo impacta en mayor o menor forma en su carácter, su ánimo, su actuar... Y, sin querer, impacta cada ser humano al que se encuentre esa otra persona. Si a mi prójimo le transmito violencia, negatividad, desánimo, frustración, no puedo esperar que los demás enriquezcan mi vida con cosas positivas. Y, en consecuencia, nos seguimos arrancándonos las cabezas en la calle por estupideces.
Sin embargo, si cada uno de nosotros pone de su parte, un día a la vez, en vivir según los más altos valores, aportaremos a un verdadero fortalecimiento de nuestra sociedad. Estaremos unidos en uno, aún sin conocernos, y le quitaremos el control del país de las manos a los criminales, a los grandes intereses... No es de un día para el otro. Se necesita el compromiso de luchar, un día a la vez, para cada uno ser mejor en estas 24 horas que Dios nos entregó esta mañana. El ser consistente es, en mi opinión, una de las mayores cualidades del ser humano. No importa quien seamos ni en lo que creamos, seamos consistentes, auténticos. Y brindemos a los demás lo mejor de nosotros, un día a la vez. Nuestra sociedad lo necesita.
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