domingo, 1 de marzo de 2015

Libertad

¡Libertad!

Es un grito en el vacío de los que han sufrido.

Es el anhelo de muchos sin esperanza.

Es el motor de la felicidad de todo ser humano.

Cuando el tiempo ha pasado y los frutos tardan en darse, y uno se pregunta si todo ha valido la pena... 

Es ahí donde gritamos: ¡libertad!

Libertad de la impaciencia, la incredulidad, del desespero, del hoyo en que las circunstancias parecen habernos metido.

Porque no hay jaula más castrante que la de la conformidad. De sentirme atado por mis miedos, mis anteriores fracasos, mis límites auto-impuestos. Esas son cadenas muy pesadas que nadie debería llevar. 

¡Libertad!

El deseo de ser libre es tan natural, tan necesario. Vital en un mundo que te amarra a necesidades artificiales. Ropa, carros, casas, dinero, vicios, poder, influencias... Somos esclavos de ellas sin darnos cuenta. Nos levantamos todos los días a estudiar o trabajar para alimentar esas necesidades. Y ni el estudio ni el trabajo lo disfrutamos, porque lo hacemos por obligación. ¿Qué mayor esclavitud que hacer algo obligado?

O ceder ante las presiones de los demás, quienes lo único que hacen es usarnos para lograr sus objetivos, para conseguir lo que quieren, o simplemente para hacer daño. Le donamos, le regalamos nuestra libertad a cualquier parásito para que haga con nosotros lo que quieran...

Ser libre es un acto valiente que nos llama a todos a no mirar tanto las consecuencias y las dificultades momentáneas, sino los beneficios y las bendiciones por venir. El camino accidentado que recorremos ahora es solo una escala en el largo tramo que caminaremos durante nuestra vida. Éste será no solo una buena anécdota para nuestros nietos; también nos llenará de experiencia para los retos futuros. 

Esperar, seguir, vivir, aprender... Todos son actos que surgen de ese tesoro invaluable que llamamos "libertad". Libremente espero mi provisión. Libremente doy los pasos necesarios para llegar a mi meta. Libremente tomo las decisiones necesarias, a tiempo. Libremente, asumo las consecuencias... 

Hoy declaro la libertad de mis sueños. Hoy declaro la libertad de mis actos. Hoy declaro la libertad de mis pensamientos. Hoy declaro la libertad de mis opiniones. Hoy declaro la libertad de mi alma y de mi ser para vivir, lo que venga, lo que sea, ¡pero vivir! 

¡Hoy proclamo libertad! ¡Libertad! ¡Libertad!



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