viernes, 13 de febrero de 2015

PowerBollete

*Disclaimer (no me acuerdo de la palabra en español): Cuando hablo de "powerbollete", no estoy haciendo referencia a la película "50 Shades of Grey." Si, porque a la verdad que ustedes cogen un temita y lo queman hasta jón.  En este blog jamás hemos hecho burla de ninguna situación cotidiana... ni lo volveremos a hacer. Con eso en mente...

Me imagino que ya se enteraron que se llevaron el jackpot del "Powerball", y que de los 3 ganadores, uno es de Puerto Rico. Hasta ahí estamos bien (bueno, ni tan bien, no fui yo el ganador, pero pues...). Ese boleto lo vendieron en Ponce... a un familiar de Hernández Colón (hey, solo es una suposición. Como está eso de que "el dinero llama al dinero"... pues uno ya como que se resigna). Imagínense qué cosas haría alguien con más de USD $100 millones: poder comprar todo eso que siempre has deseado, o invertir en obras públicas. Como un estacionamiento... del tamaño de 77 municipios. Tú sabes, "Ponce es Ponce y lo demás es parking"...

Porque no me vengan a decir que ya ustedes -los que jugaron desde Pega 2, 3, 4, raspa y gana, bolita, briscas, rifas, bingo...- no tenían gastado ese dinero en las mentes. Ya tenían hasta el discurso para mandar pa'l ca... al marido o a la mujer. O la pezcosá que le iban a dar al jefe antes de renunciar. ¡Desmiéntanme, joyitas! 

Pero eso no es lo que me motivó escribir este excelente escrito, lleno de sabiduría milenaria. Son las reacciones de varios estadounidenses - no digo americanos porque no me sale del forro que ellos se crean que América son ellos solos - que están indignados porque un boricua tiene ahora más chavos que todos ellos juntos. Usted imagínese las expresiones más xenofóbicas (búscalo, hijo) que puedan existir y eso mismo dijeron en Twitter del pobre ponceño. Que si que puñales hace Puerto Rico incluido en el Powerball, que aquí no pagamos taxes, que ni siquiera hablamos inglés, que no somos estado... Yo quisiera saber qué inglés yo necesito para ir al puesto de gasolina en la esquina y pedir dos automáticas con Powerball. A menos que la compres en un pueblo lleno de "rednecks"...

Rednecks. Oigo esa palabra y me imagino gente campesina, malcriada, primos casándose, racistas... Y ese es el problema. Que creemos conocer a la gente según de donde vienen, por su nacionalidad, por su origen, por su apariencia. Y casi siempre pensamos que son menos inteligentes, solo por no ser de "los míos." Ay, pero claro, que hablen mal de nosotros, que nos convertimos en los Tito Kayak de los derechos humanos. ¡Hablaron mal de los noticias! ¡Que racistas! ¡Somos ciudadanos americanos igual que ellos! ¡Gringos cabrones!... Ven, al final, actuamos igual. Nos quejamos como nenes chiquitos, para al final caer en lo mismo.

Vamos a hablar claro aquí. Y en vez de señalar, analicemos en nuestro interior: ¿no hacemos lo mismo con los dominicanos que vienen a vivir a Puerto Rico? Esos que han arriesgado su vida en el mar por un mejor porvenir para ellos y sus familias que se quedaron en Dominicana. Que trabajan de campana a campana para mandar un dinerito allá a su país. Y que se las buscan como pueden. Yo sé de que les hablo, yo trabajo en la calle y los veo todos los días. Siempre hay todo tipo de personas, pero la inmensa mayoría son gente humilde, buena y trabajadora de quienes debemos aprender mucho. Y tantas veces que les decimos - y me incluyo porque, hey, soy un ser humano y a veces por unos pocos he generalizado y me he dado cuenta luego - que son unos listos, buscones, brutos, etcétera, etcétera, etcétera. Son demasiadas palabras soeces en contra de personas que solo desean echar pa'lante. 

Y nosotros nos quejamos por los comentarios ignorantes que dicen dos o tres en una red social. Ustedes me disculpan, pero de todo esto debemos aprender, más que indignarnos. Mucha gente que se ha ido de aquí hacia los Estados Unidos han tenido que empezar en cero y construir una nueva vida sin dinero, sin saber hablar inglés. Y han sufrido prácticamente lo mismo que sufren los hermanos dominicanos en nuestra isla. Estoy seguro que a ningún boricua le gusta que le digan "spik", ¿o me equivoco? ¿Verdad que es despectivo, humillante? ¡Claro que no! Porque usted se mudó allá a sacar a su familia adelante, a tener una mejor vida. Y merece respeto por eso. Y merece que se le permita vivir en paz. Pues, miren, aquí el que quiera progresar - sea blanco, negro, amarillo, puertorriqueño, dominicano, chino, cubano, marciano - que lo haga. Seamos nosotros el prójimo que Jesús nos pidió que fuéramos. Aquí hay espacio para todos. No todo será perfecto. Pero es lo correcto. 

Y al feliz ganador de más de 100 millones de dólares: mano, ¡deja una propinita en el puesto, que te tiraron la indirecta, papá!



(Imagen cortesía de www.elnuevodia.com)

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