sábado, 27 de agosto de 2011

De COOLANT yo si sé...

Bueno, bueno... Luego de una tormenta que se encargó de que JAMÁS la vamos a olvidar - o sea, se va y entonces es que se fastidia esto - nos encontramos con las alegadas ínfulas de vedette de un senador de este país. Yo no voy a acompañar este escrito con fotos por 2 razones: primero, ya TODOS vimos esas fotos y, segundo, acabo de comer. Pero, en resumen, digamos que el senador, con su pose, nos quizo decir: "Porque de COOLANT, yo sí sé"...

Fuera de relajo, el que un senador sea gay no es mi problema. Todos podemos hacer de nuestra vida una cajita y meter en ella lo que nos dé la gana... Es más, si se quiere poner la ropa interior de su mujer, ¡que se la ponga! Que se vayan a Victoria's Secret y aprovechen el 2 x 1... Como decía, la vida privada de cada cual es eso: de cada cual... Sólo que hay un diminuto problema: las figuras públicas NO son privadas. Su comportamiento es escrutado 24/7. Y tienen que vivir con eso.

Mi punto es: ¿cómo es posible que, en plena era cibernética donde todo el mundo tiene un celular con cámara e internet, este senador o persona común comparta fotos así? Es inconcebible que una persona con dos dedos de frente haga algo así y crea que nadie lo va a ver. Ni a pasar pa' lante. Y, si en efecto es el senador Arango o no, tenemos que entender que a través de su puesto electivo él representa miles de personas que confían en que velará por los intereses de sus constituyentes. ¿Qué confianza puede haber ahora cuando este servidor público ni acepta pero tampoco niega que esas fotos son suyas? ¿Qué impacto tendrá su gestión si por lo único qur lo van a recordar es que sus nalgas son más famosas que las de Maripily? Y no he mencionado que esta persona tiene familia, la cual debe estar sintiendo en carne propia la burla y el acoso de la opinión pública. Es serio y este senador lo está tomando a chiste. Mire, si no es usted, defiéndase y sea asertivo. No deje espacio a la duda porque su carrera está en la balanza.

¿Y qué me dicen de sus panitas políticos que lo defienden y los que ahora lo condenan? Me causan una peculiar mezcla de risa y profunda tristeza. Bipolaridad provocada. Sabrán que estoy escribiendo en mi cuarto, porque si escribo en la cocina con tantos cuchillos cerca... Siguiendo con mi punto, funcionario electo que pase por alto, al menos, el investigar este asunto por el buen nombre de la Legislatura y por el bien de la ciudadanía merece ser ajusticiado en las urnas. Demuestra lagunas éticas y de capacidad de juicio. Se convierte en cómplice y le hace un paupérrimo servicio al país. Por otro lado, la bola de hipócritas carreristas políticos que lo condenan ahora, ¿con qué cara lo hacen? O sea, ¿qué estatura moral tienen ellos y ellas para condenar un aparente lapsus en el juicio de una figura pública? Los elegimos a esos cargos y, una y otra y otra... y otra vez, superan el grado de ineptitud y mala administración que exhiben. Y son de todos los partidos, que es lo más lamentable porque nos hemos quedado sin opciones en un sistema electoral controlado por sólo 2 partidos políticos.

En conclusión: tómese las fotos que quiera, en 10, 20... las uñas que le plazcan. Pero no las comparta con nadie. Cuídese y cuide su imagen, porque usted no vive solo. Lo que usted hace afecta a otros. Los afecta positiva o negativamente. Y jamás permita que su carrera y su legado se tronchen por rumores y ataques maliciosos. Defiéndase y defienda lo suyo, por los medios necesarios. Y, a los funcionarios públicos elegidos por nosotros, el pueblo: se les dio un mandato claro. Cúmplanlo. Nosotros somos su prioridad. Recuerden, en este cuadrilátero llamado vida, una buena cartelera hace valer el dinero de la taquilla. Por eso, todos tenemos que hacer un buen papel. ¡Lindo shoooooooow!

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