lunes, 3 de septiembre de 2012

Las lágrimas de nuestros (Idol)os

En cualquier variante de estos concursos "Idol", los productores van a echar mano del morbo para ganar ratings. Al parecer, a la gente se le olvida eso. Cualquier conflicto, cualquier lágrima derramada, cualquier defecto de algún participante va a ser explotado exponencialmente para mover a las masas a identificarse con los participantes y votar por ellos y/o ir a las galas y conciertos que hagan. Pero el pueblo se indignó en la última eliminatoria de "Idol Kids Puerto Rico" porque las niñas estuvieron expuestas a un ambiente hostil y de mucha presión. Ok, de nuevo, estás en el programa de más audiencia en Puerto Rico, sola en un escenario frente a gente con una vida de experiencia en la música y que te están juzgando. ¿Quién no siente presión?

Ni los padres, ni la producción del programa, protegieron a estas niñas de ese mal rato. Hasta las que clasificaron quedaron destruidas con toda la tensión. Y aquí no se trata de que todas tenían que ganar. Es que, a veces, queremos vivir la vida a través de nuestros hijos. Lograr lo que no pudimos por medio de ellos. Y ellos y ellas pagan por nuestras frustraciones. Vemos tantos casos de niños artistas que pierden sus vidas en el camino por tratar de vivir demasiado rápido, por tratar de acaparar demasiado. La responsabilidad primordial de un niño -estudiar- ya no es prioridad. Se le quita la niñez a estas personas y tienen que crecer muy rápido. Y no he hablado de las canciones que cantaron estas niñas.

Es que ya en la televisión no hay originalidad. Lo único que falta es "Perro Idol", o "Gallina de Palo Idol". Esta sociedad tiene una dichosa obsesión con meterse en la vida de los demás. Y los canales de televisión se reparten con la cuchara grande exponiendo al ser humano en su punto más bajo. Nada es ya lo suficientemente íntimo. Y nuestros niños no están exentos. Niñas llorando = ratings.

Somos hipócritas como sociedad. Porque ponemos el grito en el cielo con estos programas. Pero es que el crecimiento y desarrollo de nuestra niñez está en nuestras manos, no de la escuela, ni de la iglesia ni del gobierno. Mucho menos de la TV. Pretendemos que adquieran valores, disciplina, autoestima, respeto de afuera, en vez de nosotros. Nuestros niños y niñas han quedado expuestos a todos esas presiones y situaciones incómodas EXCLUSIVAMENTE por nuestra culpa. ¡Qué fácil es echarle la culpa a la televisión, la escuela, la iglesia, el gobierno! ¿Quiénes los trajo al mundo? Entonces, ¿quién es responsable por ellos? Eso pensé.

Idol Kids: Talento infantil entre lágrimas- Primerahora.com



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