lunes, 31 de octubre de 2011

"Opto por una careta"

Happy Halloween!... ¿Qué felicitación es esa? Hoy hay muchas personas que se pondrán caretas y otras... no, porque ya las traen integradas de nacimiento. Me reservo en qué grupo estoy yo. Y ustedes deben hacer lo mismo...

Pero volviendo a las caretas, sirven para varios propósitos: para cambiar nuestra apariencia, para que no nos reconozcan, para hacer cosas que no nos atreveríamos como nosotros mismos... Verdad, porque en este día nos disfrazamos de monstruos, fantasmas, diferentes profesionales, celebridades, entre otros. Usamos nuestra imaginación para lograr un disfraz lo más cercano posible a la realidad. Y les digo, wow, hay gente que invierten gran cantidad de tiempo y dinero en sus disfraces. Que si dedicáramos tanto esfuerzo en nuestras familias, en la escuela, en nuestros trabajos, al momento de votar... Claro, pero hablamos de Halloween.

En Halloween queremos vernos diferente a todos los días, ¿o no? Que no puedan reconocernos, que pasemos desapercibidos ante nuestros conocidos pero, a la vez, llamando la atención por parecer algo que no somos... Eso parece a simple vista. Pero, y es una posibilidad: también me puede servir para evitar mis responsabilidades, mis problemas, mis culpas... Me pongo una careta y digo: "Esto no es conmigo." Evito mi parte de responsabilidad con mi familia primero y, haciendo esto, evito mi responsabilidad con la sociedad a la que tanto critico. Me escondo detrás de la careta, el alcohol, las drogas, las múltiples parejas... Tenebroso por demás. ¡Pero me la estoy comiendo con mi disfraz! Soy el alma de la fiesta... dejando mi vida sin una.

No digo que disfrazarse sea malo, no. Porque pueden ser muy útiles. Muchas veces nos sirven de ayuda para hacer cosas que, bajo nuestra apariencia, no haríamos. Como los superhéroes, que se ponen su capa para "salvar el día"... Quizás es el momento de usar un nuevo disfraz, una nueva careta: la de "prójimo". Esta noche es de disfraces, dulces y fiestas. Pero cada día es la oportunidad de mostrarle un nuevo rostro al que nos rodea: el rostro de la compasión, de la empatía, de la esperanza, del apoyo... El rostro amigable de la solución frente a la mala cara del problema... Por algo se empieza.

Porque, ya que los disfraces son tan caros, hay que sacarles el jugo... ¿Quién dijo que en Halloween no podíamos aprender nada? Bueno, de modas quizás no...

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