martes, 9 de octubre de 2012

¡Hoy descubro!

¡Hoy descubro mi valor! Lo destapo, y libero cuán especial soy, manifestando mis talentos al servicio de mi prójimo...

¡Hoy descubro mi lugar en este mundo! Hoy hallo el camino que tengo que recorrer para alcanzar mis más grandes metas... ¡Llego porque llego!

¡Hoy descubro mi misión! Hoy conoceré la razón por la que vivo, mi función en el rompecabezas de mi gente, de mi pueblo, de la sociedad en que crezco. No pasaré desapercibido, y me comprometo a tomar responsabilidad...

¡Hoy descubro el dolor y la angustia de mis hermanos! Hoy alcanzo a ver a mi gente luchando con sus circunstancias, y me pongo en sus zapatos. Y antes de aconsejar, de apuntar... escucho, escucho... y acompaño.

¡Hoy descubro mi rostro! Me quito la máscara y le muestro al mundo el rostro del amor, de la amistad, de la compasión, del respeto. El rostro del Padre que espera al hijo que se fue y necesita regresar.

¡Hoy, y es precisamente hoy! ¡Hoy descubro mi ser ante el mundo! Hoy seré reconocido, no por ser alguien famoso ni célebre, sino porque decido mostrarle a todos de qué estoy hecho...



No hay comentarios.:

Publicar un comentario