viernes, 9 de noviembre de 2012

Nadie es indispensable

Yo he visto cosas en esta vida: cosas increíbles, cosas inverosímiles... y las elecciones esta semana. Ni una prueba casera de embarazo nos ha tenido tanto en tensión como el conteo de votos este pasado martes. O sea, ¿en serio? ¿Tanto tiempo? Para eso que cuenten los partidos, que ya a las 3:35 pm tenían 800,000 votos contados.

Bueno, pero lo que me motiva a escribir esta entrada es la que - en mi humilde opinión - es la mayor lección aprendida por todos nosotros luego de este ejercicio electoral: humildad, o en otras palabras, nadie es indispensable.

El mayor problema de algunos políticos de carrera en Puerto Rico - y, en ese sentido, de mucha gente - es que están demasiado confiados en su finquita que se enajenan de la realidad mencionada en el párrafo anterior. No evolucionan, no se adaptan, se convierten en versiones obsoletas de sí mismos. Entonces viene el "New Kid on the Block" y lo echa a un lado.

Eso mismo pasa con nosotros. Nos dormimos "en los 3 segundos" en nuestras relaciones, nuestros empleos, nuestras familias... Y, de momento, somos un "cero a la izquierda". Nos suplantan, nos despiden, nos echan a un lado.

En esos precisos momentos nos cae la agüita bien fría de la humildad. Ahí vemos y reconocemos que - así como la vida es dinámica y llena de cambios - nosotros debemos reinventarnos todos los días. Buscar aprender algo nuevo, hacer algo diferente que exija el uso de mis talentos, mantener viva la llama que nos quema por dentro. Es una tarea diaria, porque sólo vivimos un día a la vez.

La humildad no significa humillación. La verdadera humildad no es mala. La humildad nos debe permitir apuntar a las estrellas... mientras tenemos los pies bien puestos sobre la tierra. Es una oportunidad que tenemos que darnos todos una que otra vez. No importa si perdimos una elección o nuestro empleo.

Perdiendo ganamos: experiencia, sabiduría, paz, tranquilidad, auto-conocimiento... Y mucho tiempo libre para reflexionar en el camino recorrido.

El momento de la dura lección es ahora. El momento de crecer y evolucionar es DESDE ahora. Ya el viento secará mis lágrimas al caminar...

(Imagen cortesía http://www.desmotivar.com) 


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